Era una actividad que teníamos prevista y surgió la oportunidad de hacer por primera vez El Camino de Santiago con una persona invidente B-1, guiándose con una barra direccional. El trayecto elegido desde Sarria a Santiago.
Salimos con ganas la primera etapa de SARRIA, el camino se hace tortuoso desaparecen los pueblos, nos metemos en casi verdaderos bosques en plena floración, intercalados con pequeñas aldeas, iglesias, gente trabajando duramente la tierra, el ganado. Un contraste tremendo, merece la pena disfrutarlo. Casi al inicio aprendes un nuevo lenguaje, «BUEN CAMINO», frase que se repite por todo y por todos.
El CAMINO, estaba lleno de extranjeros, Japoneses , Italianos, Franceses, Americanos, Coreanos , Argentinas también se nos unió un joven de Nueva Zelanda. Ya en la tercera etapa se veía que el CAMINO, hacia efecto, pero no se reflejaba en la cara, todos con alegría y la frase en la boca….»BUEN CAMINO».
En la última etapa no sé porque todos salimos muy pronto, se marchaba con alegría sonora y empujando los pies que casi corrían.
La llegada al Monte del Gozo un aviso de que el final estaba cercano, la entrada en Santiago, la llegada a la CATEDRAL y plaza del OBRADOIRO, casi el final, que culminó con la Misa del Peregrino, allí estábamos todos los del CAMINO, sin distinciones de ningún tipo.
Nosotros cumplimos nuestros objetivos uno de ellos llegar con la barra direccional con una persona ciega total a ver al Santo, no fue un paseo, el equipo funciono perfectamente aunque ampliamos el recorrido de alguna etapa, comprobando la utilidad de la barra direccional sabiendo y empleando adecuadamente su lenguaje.
Lo volveremos a recorrer.
Que tendrá el CAMINO. «BUEN CAMINO».
Crónica de Javier del Hoyo. FEMAD.